Long Beach

Si los negocios le llevan a Long Beach, hay innumerables actividades para ocupar su tiempo fuera del trabajo. Los visitantes pueden sentirse tentados a salir a una de las muchas playas de Long Beach, California, para tomar el sol. Pero un tesoro en el corazón de Long Beach es uno que ni siquiera muchos californianos conocen: La isla de Nápoles, a solo 10 minutos del aeropuerto de Long Beach (LGB). Esta zona cuenta con una serie de canales y los visitantes tienen más de una forma de explorarla.

Volando a Long Beach

El aeropuerto de Long Beach es sin duda el aeropuerto más accesible cuando se aloja en Long Beach. Sin embargo, volar no siempre es tan sencillo. Afortunadamente, encontrará oficinas de alquiler de vehículos de National en muchos de los aeropuertos que dan servicio a la zona de Los Ángeles: LAX, aeropuerto John Wayne, aeropuerto internacional de Ontario, aeropuerto de Long Beach y mucho más.

El Hyatt Regency Long Beach Hotel es uno de los favoritos entre los viajeros de negocios y aquellos que prefieren una estancia más sofisticada. Está situado a solo un minuto a pie del centro de convenciones de Long Beach. El Hilton Long Beach Hotel está junto al World Trade Center, en la 601 W. Ocean Blvd. El aparcamiento en Long Beach no es un problema, ya que muchas oficinas de aparcamiento público de pago se pueden encontrar en un radio de 1 milla desde el centro de negocios de Long Beach.

Un viaje panorámico a través de una pintoresca comunidad

La isla de Nápoles es una pintoresca comunidad de barcos y casas junto al agua que recuerdan ligeramente a otras comunidades de canales como Venecia y Giethoorn. La isla de Nápoles tiene una diferencia: Es accesible por carretera. Este acceso ofrece a los viajeros la oportunidad de recorrer rápidamente la comunidad, disfrutar de algunos paisajes o dar un paseo por sus calles laterales.

Actividades para los más aventureros

La mejor manera de experimentar una nueva ciudad es descubrir a dónde van los lugareños para divertirse. Uno de los pasatiempos favoritos entre los lugareños y los visitantes de la isla de Nápoles es la oportunidad de hacer kayak o de remo a través de las diversas ramas del canal. En cuanto a la comida, los huéspedes pueden disfrutar del paisaje y disfrutar de un festín a la hora del almuerzo en una de las góndolas especiales que ofrecen este servicio. Los restaurantes salpican la orilla y los numerosos puentes ofrecen a los que prefieren pasear por la zona la oportunidad de tener fantásticos puntos de vista para disfrutar del canal en todo su esplendor.